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2018: te quiero, lo siento, y gracias

Debo reconocer que estoy hipercomunicado. Vía email, skype, smarthphone, teléfono fijo, whatsapp e incluso me atrevo en ocasiones, en un alarde de valentía sin parangón en los tiempos tan tecnológicamente surtidos que vivimos, a realizarlo cara a cara. Me comunico con clientes, proveedores, compañeros de trabajo, amigos, pareja y hasta con mi familia. Creo que mi comunicación, como diría mi sobrino en edad escolar, “progresa adecuadamente”, que según él es una buena calificación.

Aunque me considero bastante extrovertido y mi capacidad de comunicación, normalmente, no la pongo en duda, hay palabras que me cuesta quizá más trabajo articular de lo que debiera. Hoy, que estamos finalizando el año se las quiero dedicar a 2018, de forma global o quizá cobarde, para compensar las veces que no he tenido el valor de hacerlo, o no lo consideré oportuno, a quién correspondía en cada momento.

Te quiero, si, debo reconocer que te quiero, he pasado mucho tiempo contigo y he llegado a quererte. También reconozco que te echaré de menos ya que nunca regresarás, y yo seré un año más viejo, todo lo que hicimos no lo volveremos a repetir, al igual que no es posible bañarse dos veces en el mismo rio,  y por ello debemos aprovechar cada baño que nos damos. Te quiero porque has estado ahí todos los meses poniendo tu parte importante en nuestra relación de tiempo-hombre y recordándome que tú no te ibas a parar a esperarme y que si me retrasaba tendría que recuperar el trecho perdido, que si bien no me meterías prisa tampoco me esperarías, que me podía tomar mi tiempo, pero ese me lo marcarías tu. Si, debo decir que te quiero, te has portado bien conmigo, yo también he puesto de mi parte en la relación pero tú me lo has dado todo, me has dado todo tu tiempo, que es lo más valioso que tenías.

Lo siento, he tenido momentos de flaqueza, de falta de compromiso y de no “estar a la altura”. Mi reacción en ocasiones no ha sido la más acertada, pero sabes que siempre he intentado resolverlo, he reconocido mi error y he puesto todo lo que tenía para que no se volviera a repetir esa situación incorrecta. Siento no haber cumplido todos los objetivos con los que me comprometí hace unos meses, sabes que no puedo culpar a mi especial situación personal, no hay excusas, o las hay pero no debo o quiero utilizarlas. Pero en mi descargo debo decir que si no he llegado a los objetivos que me marqué, si he luchado por cada uno, seguro que no lo suficiente visto los resultados, pero manteniendo en todo momento una inercia de lucha por ellos y también por mis sueños, aunque en ocasiones no coincidan. Siento no haber cumplido tus expectativas y que te haya defraudado en alguna ocasión, pero insisto, sigo aprendiendo de ti, del tiempo y he mejorado, de esto hablamos si te parece en un año.

Gracias, por todo tu tiempo. Dicen que es lo más importante y personal que le podemos dar a alguien y tú me lo has dado todo. Sí, todo, no has fallado ni un día. Estabas ahí cuando después de dos años en “dique seco” por una enfermedad con la que tu y yo seguimos luchando me acompañaste a mi “segundo primer día de trabajo” con la misma ilusión que lo hice hace ya, bueno, muchos años. Tú que entiendes de tiempo sabes de qué y de cuanto te hablo. Me has acompañado en mi vuelta a la pasión por el mundo marino midiendo el tiempo de mis inmersiones. También me acompañas en los momentos que he pasado con mi familia que tanto me ha apoyado y en los que paso con la persona que ha creado una nueva situación en mi vida llena de ratos tremendamente agradables. Gracias por todos y cada uno de los minutos que hemos pasado juntos, aunque nos despidamos en unos días, ha sido un tiempo irrepetible.

Con tu sucesor seguiré persiguiendo mis sueños y luchando contra todo lo que pretenda desbaratarlos en el ámbito que sea. Nadie dijo que esta vida fuera fácil, solo que merecería la pena… Y pretendo eso, que merezca la pena, para mí y para los que me rodean.

Seguro que tengo “te quieros, lo sientos, y gracias” menos impersonales. Para mis clientes, proveedores, compañeros de trabajo, amigos, pareja y hasta para mi familia. Pero hoy quizá no es el día y me he resguardado en la globalidad o en la cobardía, pero no me lo reprocho, tengo todo un año por delante para hacerlo y me comprometo a ello…

Tiempo al tiempo.

 

Es nuestro último post del año, espero no haberte aburrido ni en este ni en los anteriores... Si quieres te esperamos por aquí o en las redes sociales www.facebook.com/rondadelafortuna o  www.twitter.com/Rondafortuna y continuaremos intentando acercarte la forma de ver, sentir y pensar en Ronda de la Fortuna.

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Hace tiempo que fabricamos los sueños de muchos clientes y amigos, si todavía no nos conoces te invito a darnos la oportunidad de poder fabricar también los tuyos, los de tu empresa, fundación o asociación en próximas campañas, estaremos en contacto, solo si quieres. Te dedicaremos el “tiempo” que necesites. Y aunque quizá no te podamos dar todo, ten por seguro que te vamos a dar todo lo que tenemos.

Gracias por seguirnos en 2018

 

Rafa Martínez

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